jueves, 28 de marzo de 2013

La Teoría de Pedro

"Los Panameños no salen de su país por promiscuos"

Resulta que en Panamá la paga es quincenal y, según Pedro, los panameños no suelen viajar porque en Panamá tienen todo lo que necesitan: rumba, playa, mujeres y, por supuesto, alcohol.

Pedro fue nuestro primer anfitrión y la primera experiencia de Couch Surfing que tuve en mi vida. Tengo que decir que fue una muy grata primera vez. Nos hospedó a Marti y a mi en su casa y nos llevó a pasear por el casco viejo de la ciudad. Comimos en un restaurant bastante lindo y compartimos la mesa con Carlos, un amigo de Pedro, y Linda, otra couchsurfer en busca de compañía para pasear por la ciudad. Las conversaciones eran de todo tipo y un poco en español, otro tanto en inglés y con agregados de Alemán. Pedro tuvo la suerte de estudiar en Alemania por un inntercambio y Linda, aunque trabajaba en USA, era alemana.

Nuestro anfitrión tenía un tema central en sus conversaciones: sexo. Así que hablamos del matrimonio igualitario, de la castración y de la promiscuidad panameña. Hoy en día, en Panamá se fue aceptando un poco la homosexualidad. Algo curioso y que remite al machismo que uno siente en este tipo de lugares es el hecho de que no hay problema si dos mujeres se besan... peeero si dos hombres hacen lo mismo es una cochinada. Ese pensamiento masculino no puedo terminar de entenderlo, pero no está solo en Panamá sino que uno se encuentra con los mismos argumentos en Argentina.

Relacionado al machismo imperante, hay que decir que nunca me sentí tan incómoda caminando por la calle como en Ciudad de Panamá. Los hombres pasan de saludarte con un agradable "hola, guapa" a chiflarte como si fueras un perro. Tengo que admitir que me sale la feminista de adentro y termine cargada de frutas hasta la cabeza gritándole a los panameños que no soy un perro y que se vayan a freír churros. El machísmo resulta ser moneda corriente. 

Yo no sé si será el calor, la comida o qué, pero todos andan con las hormonas alborotadas. Será que la teoría de Pedro es cierta, no sé. Por mi parte, prefiero menos promiscuidad y mas viajes.


miércoles, 20 de marzo de 2013

De Buenos Aires a Panamá (Con escalas)

Salí de Buenos Aires con lluvia y con mi hermana medio ebria en el auto. Ella y Hernán me acompañaron hasta Ezeiza. Ahí iba a empezar mi travesía, hacer el check-in, dejar los bolsos en la cinta y pasar por migraciones. El abrazo fraternal me recordó, una vez mas, que hay gente que amo mucho en Buenos Aires. Sin embargo, mis ganas de conocer el mundo son gigantes... Y allí me fui en la aventura.

Creo que no espere al despegue para dormirme. Los últimos días en Buenos Aires fueron increíblemente largos y con pocas horas de sueño. ¿Cómo iba a dormir sabiendo que tenía que despedirme de tanta gente? Las despedidas tienen algo triste y hermoso a la vez. Está, por un lado, la tristeza de saber que uno no va a tener contacto físico con otra persona por mucho tiempo. Por el otro, la incertidumbre, las ansias, el amor de la gente que nos despide, los buenos deseos y el futuro impredecible que se asoma ante nosotros.
Entre sueños llegue a Bogotá. Para mi sorpresa: hacía frío. Sin embargo estaba bastante abrigada y dentro del aeropuerto no se sentía tanto.

Free shop everywhere. Todo el mundo vende, todo el mundo compra. Me mantuve alejada de eso y me ayudo la existencia del wi-fi. 

Marti tardó mas de lo que me imaginaba en aparecer. Al final la encontré haciendo la cola para el check-in. Nos abrazamos y sentí esa conexión que solo siento con unas pocas personas. Hay relaciones en las que el tiempo no es un factor que importe. No importa que no la haya visto por meses, la conozco y el afecto siempre permanece igual.. quizás mayor.

Me volví a dormir antes del despegue y me desperté llegando a Ciudad de Panamá.

Pedro, un amigo de Couch Surfer nos estaba esperando.. y ahí empieza otra historia...